viernes, 4 de diciembre de 2009

capitulo 1

Supongo que seria demasiado admitir que era realmente infeliz. Demasiado asta para mi. Si tendría que nivelarlo en una escala de diez en un balance de mi felicidad estaría claro que le daría un cero. Quizás unos años antes podría haberlo puntuado con un feliz ocho o quizás asta con un nueve pero eso ya era demasiado pedir. Mi vida se había desmoronado de un día a otro.

El día que mi mundo se vino abajo no fue nada del otro mundo, nada que cualquiera podría notar a simple vista. Mi vida asta entonces era normal, vivía con mi madre y mi padre en una casa cerca del colegio que iba. Tenía amigas de mi edad, sacaba bastantes buenas notas, tenía una bici preciosa con la que me encantaba dar vueltas alrededor de la manzana. Para ser sincera, en mis simple vida de ocho años mi vida giraba alrededor de aquella bicicleta. Todas las preocupaciones. También andaba en un grupo de valet así como tocaba el piano. Asta aquí todo bien.

El problema vino cuando volví del colegio, aparentemente todo estaba como siempre. Pero al llegar a la cocina me di cuenta de que no. Mis padres se sentaban paralelamente frente a frente. Tenían el semblante muy serio, mi madre asta podría decirse que estaba apunto de llorar. Me acerque muy despacio asta llegar a donde estaban. No hizo falta decir nada. Mi padre se levanto y mientras me miraba con un rostro frío y algo dolorido me dijo –Cariño tu madre y yo nos vamos a divorciar- dicho esto se levanto y salio de la cocina. No lo volví a ver en casa asta dos días después.

Esa misma noche escuche como mi madre lloraba tras la puerta de su habitación. No acababa de entender lo que había pasado. Eran mis padres, esos seres perfectos que todo lo saben y que bajo ningún concepto se puede equivocar, discutir o llorar. Era la primera vez que vi a mi madre así, no comía. Incluso dejo de ir al trabajo. Ni dormía , ni coma, creo que asta dejo de vivir. Parecía que la semana no terminaba nunca cuando mi padre regreso para llevarme con el. Me explico como se habían divorciado. ¿un porque? No, no tuve respuesta a mis preguntas. Solo me dijeron que mi madre se encontraba mal y necesitaba tiempo para ella.

Ese tiempo se alargo a la suma de ocho años. Solo la vi en ese periodo en navidades o en verano. De lo demás ella ya había echo su nueva familia en Alemania. Y yo mientras me encontraba con mi padre en España. Mi padre era albañil y llegaba tarde a casa de trabajar. La mayor parte del tiempo, la pasaba sola en casa estudiando y cuando no salía con las pocas amigas que tenia. La verdad era que éramos un grupo pequeñito pero nos llevábamos muy bien, eran como mi segunda familia ya que por lo que pasaba con la primera…

En navidades solía pasar un día con mi madre en el centro comercia, no me llevaba mucho con mi madre por lo tanto el tiempo que pasábamos de compras intentaba que fueran lo mas breve posible. Ella era agradable conmigo, pero casi hablaba mas de su nueva familia que de cosas “nuestras” si es que aun las teníamos. Se había vuelto a casar con un hombre también divorciado hacia ya siete años. El era un famoso actor alemán por eso mismo fue ella a vivir a Alemania. Tenia tres hijos, dos niños y una niña. No fui ni siquiera a su vida. No los conocía ni había tenido el placer de saber nada de ellos. Ni me interesaba. Yo simplemente me sentía como el segundo plato, la obra de calidad de navidades que mi querida madre se permitida. Mi padre era un hombre honrado que intentaba darme todo lo que podía así que nunca me negó nada. Iba a un buen instituto privado de Madrid. Estudiaba Alemán, ingles y francés en mis horas libres y sacaba bastantes buenas notas. Al menos en eso tenia suerte. En aquellos ocho años después de aquella experiencia había logrado darle la vuelta a todo. Estaba feliz con lo que tenia, no era mucho pero era lo justo para ser feliz. Tenia a mi padre que lo adoraba, a mis amigas, mi futuro, incluso tenia trato con el chico que me gustaba.

Pero tal y como os lo había dicho, mi mundo nunca se retomo desde aquel día…

Volví de clase un tanto cansada, pero feliz ya era navidad y las vacaciones habían llegado incluso mi padre me había prometido no trabajar en quince días que eso para el era un verdadero reto.

Cuando llegue a casa parecía haber un ambiente raro. Cuando llegue a la cocina vi a mi tía en la mesa. Otra vez no, pensé ¿Qué abra pasado ahora?

No hay comentarios: