lunes, 25 de enero de 2010

Capitulo 7

Encontré a los dos en el suelo. Wilson se encontraba con los dos pies abiertos y la cabeza agachada mientras tenia las manos en la cabeza. Por la posición parecía estar a punto de vomitar. Jimi al contrario se encontraba del todo en el suelo con una botella de peche en la mano y con la camisa mal colocada y casi del todo desabrochada. Mire a mi alrededor y vi como a los demás chicos los llevaban sus respectivos coches. Pero yo me encontraba ai en medio de no se ni donde con dos borrachos que aun sabían menos que yo donde estaban.

-¡Dios!-Grite.

Mire otra vez por si veía a Ana pero como ya me lo había supuesto ya se había ido. Me acerque a donde Jimi y me agache a su altura.

-Jimi ¿estás bien? ¿Sabes el número del chofer?

El me miro haciendo un gran esfuerzo por abrir los ojos.

-¡Eres muy bonita!-Dijo con el típico tono de borracho perdido.

-Pero que dices, anda dame tu móvil-El no se movia- ¿Lo tienes al menos aquí?

Busque en sus bolsillos pero no parecía tener nada.

-¡Dios!-Grite otra vez desesperada.

Alce la cabeza y la puse en dirección Wilson. Desde mi entrada en la casa no había podido llevar una buena conversación con él. Bueno, siendo sincera ni buena ni mala. No había tenido trato con el apenas y aunque se me hizo incomodo tener que hablar con el ahora justo en esa situación no tuve otra que acercarme.

Me senté alado suyo, aun sin saber que decirle. El alzo la cabeza y me miro luego volvió a la misma posición. Le puse una mano en el hombro y le hice la misma pregunta-algo estúpida la verdad- que le había hecho a jimi.

-¿Te encuentras bien?-esta vez espere un poco antes de proseguir.-¿tienes el teléfono del chofer?

Tardo un buen rato en contestar pero al fin saco fuerzas para decir un suave y lento.

-Sí.

Intento sacar del bolsillo de su pantalón el teléfono móvil. Pero no pudo y casi se cayó hacia un lado pero yo lo sostuve.

-¡Cuidado! Tranquilo ya te lo busco yo.

La verdad que no me di cuenta de lo que estaba haciendo hasta que me vi en ello. Le metí la mano en el bolsillo del pantalón y cogí el teléfono. Lo abrió, de fondo tenía una foto con su banda en la que parecía que estaban tocando en algún concierto. Busque en el listín aunque no sabía que buscar.

-Rodrigo.-Dijo al fin como si estuviera adivinando lo que pensaba.

Lo mire algo sorprendida y luego busque lo más rápido que pude el nombre. Luego lo llame y quede con él a las puertas del caserón. No tardo en llegar, el chofer algo agobiado o preocupado no paraba de disculparse. Decía que se le había olvidado completamente que eran ya las seis y que de verdad lo sentía.

Yo fui a ayudar a Jimi que aunque costo levantarle al fin conseguí llevarle hasta el coche. Cuando se disponía a echarse de espaldas al asiento, de improviso me agarro de la mano y me arrastro con él, de forma que me quede muy incómodamente encima de el.

-¡Jimi! –grite.

El seguía ahí tirado como si estuviera de un momento a otro del todo dormido-pero eso si aun agarrándome fuerte de forma que no me soltaba. De pronto note que alguien estiraba de mi por detrás como si eso fuera una disputa por una muñeca, que al fin gano el de atrás. Era Wilson que nada mas conseguir sacarme del coche se cayó redondo hacia atrás dándose una buena leche en la cabeza.

-¡Joder!-Grite a la vez que Rodrigo se abalanzaba encima de él para saber si aun no había perdido su trabajo.

-¡Señorito!

Entre Rodrigo y yo conseguimos levantarlo y meterlo en el coche. En el viaje me encontré con los dos muchachos cada uno más borracho que el otro que se mantenían inmóviles con la boca abierta y echando un olor a alcohol y a tabaco que la verdad era inaguantable. Por eso mismo se me hizo mil veces más lento el viaje de vuelta. Jimi se despertaba cada cinco minutos solo para decir una bobada distinta y Wilson ni se despertaba ni se movía de mantenía quieto cosa que me incomodo después de la torta que se había dado.

Cuando al fin llegamos le pedí a Rodrigo que me ayudara con los muchachos pero de una forma misteriosa, para cuando las luces del jardín de la mansión dieron en sus rostros los dos muchachos se pusieron de pie y empezaron a andar haciendo eses. Me dio la sensación en ese mismo instante de que dios existía. Les maneje un poco de forma que siguieran el camino adecuado y termine llevándoles asta sus habitaciones. Conseguí quitarles los zapatos y dejarles tirados encima de la cama, como seguramente acabarían la mayoría de las fiestas.

Volví a mi habitación y ya que ni sentía apenas los pies por los tacones hice lo mismo que había hecho con los muchachos me metí en la cama tal cual estaba.

Las luces del día me despertaron, claro apenas había bajado las persianas la noche o mejor dicho madrugada anterior. Mire al reloj eran las 12. No sabía exactamente a qué atenerme, quizás tenía que estar ya despierta o quizás me dejarían mas tiempo para dormir después de la noche anterior. Solo sabía que si yo estaba mal, ¡ellos tenían que estar muertos!

Me di una ducha que me ayudo a despejarme un poco, elegí lo primero que encontré en el armario y me dirigí a la puerta. Baje abajo y parecía que ya había alto de ambiente. Vi a Cheyenne viendo unos muñecos que daban en la tele toda contenta ella cantando.

Fui al comedor para ver si al menos veía a Sarah pero a la que encontré fue a mi madre leyendo el periódico mientras tomaba un café.

-Buenos días cielo, ¿Qué tal fue ayer en la fiesta? espero que te lo hayas pasado bien.-Dijo sin levantar la mirada del periódico.

No le conteste, frente a su frialdad. Me di cuenta que no le importaba que llegara a esas oras ya estaría acostumbrada. Y aunque fuera algo raro, añore que alguien me dijera que estaba castigada o que aquello no había estado bien. Como lo hacia mi padre.

-¿Y Uwe?-Pregunte.

-Trabajando.- Respondió aun sin mirarme.

-¿Hoy también? ¿no tiene vacaciones?

Esta vez si me miro.

-El trabajo de Uwe requiere mucho tiempo, tiene que estar casi las 24 horas del dia a su disposición. Tiene mucha responsabilidad.

No quise seguir preguntando parecía que el tema le molestaba.

-¿Y los chicos, siguen en la cama?

-Hace un buen rato que se an levantado. Están en el estudio sube haber que te dicen.

De una manera o de otra me pareció que era una manera de desprenderse de mi aunque la verdad, no creí ni por un momento en que al quedarme ahí me lo iba a pasar mejor. Así que le hice caso y empecé a subir pisos.

Cuando llegue toque la puerta y la abrí. De inmediato me di cuenta de la estupidez que acababa de hacer. Dentro dos bandas casi a la vez tocaban sus canciones a un volumen descomunal. Claro, como la habitación estaba insonorizada.

Al entrar vi como Jimi se dio cuenta y me sonrió. La cara que tenia no era para nada la que me había imaginado. La tenia sonriente, sin ojeras con un color de lo más saludable. Nada parecido al chico resacoso que había asomado por mi imaginación. Pronto vi a Marlon que se levantaba de un asiendo en una esquina y se acercaba a donde mi.

-¡Son buenos eh!-Grito.

-¡Sí! ¡Eso parece!-Seguí gritando.

-¿Ayer que tal terminaste?

-Bueno, tuve que hacer un poco de niñera pero lo demás bien.

-a sí, ya me lo an dicho. Los chicos te dieron guerra-Rio él como si fuera algo gracioso.

-¡Yo no me rio!

-¡Que dices! Si es súper gracioso. -Siguio riendo.

-¡Marlon! Lo pase mal.-Dije poniendo cara de pena.

-Anda no pongas esa cara que me vas a hacer llorar.- Siguió bromeando el.

La conversación se vio interrumpida al ver que el grupo paraba y al ver a Jimi que se acercaba aun con aquella sonrisa que parecía no acabarse nunca….

domingo, 24 de enero de 2010

capitulo 6


Cuando recibí su mensaje… ¡no me lo podía creer! ¡Era la misma entrada! Jimi me pregunto si me pasaba algo al parecer me había quedado blanca del impacto. Inmediatamente empecé a mirar a todos los lados. Buscando una melena castaña. ¡Pero no veía nada!


Jimi y Wilson no paraban de saludar a todo el mundo y a presentarme. Sentí un poco no estar al 100% pero es que estaba con ganas de ver a Marlon ¡ya!


De un momento a otro llegamos al centro de la fiesta. La casa esa grande y amplia y había gente por todos los rincones. Todos llevaban unos vestidos y unas ropas que nunca antes había visto para una fiesta tan sencilla por decirlo de alguna manera.


-¿De verdad no te pasa nada?-Me pregunto Jimi una vez más con cara de preocupado.-¿No estas comoda?¿ Quieres que salgamos?


-No Jimi no es eso… es que…-Entonces lo vi.-¡MARLON!-Grite de forma que más de uno me miro.


Al instante me avergoncé de lo que acababa de hacer. Jimi me miro como si abría visto un fantasma pero al fin. Marlon giro la cabeza y me vio. Menos mal. Se hacerlo a donde estábamos nosotros esta vez mirando a los demás también con una amplia sonrisa.


-¡Andrea! ¡Qué sorpresa! Aun no me lo creo ¿Qué haces aquí con estos malhechores?- Dijo mientras le daba un codazo a Wilson como si le conociera de siempre.


-Pero, vosotros… ¿os conocéis?-Pregunto Wilson levantando otra vez aquella ceja.


-Si.-Respondimos los dos a la vez.


-¿De que?-pregunto Jimi esta vez.


-Nos encontramos en el avión.-Dije sonriendo mientras miraba a Marlon.


-Sí, vosotros sois sus hermanastros…. ¿Y tú eres la hermanastra de ellos? Nunca me lo abría imaginado de verdad…-Dijo este con tocándose la barbilla.


Marlon y yo empezamos a hablar largo y tendido. Tanto fue así que de un momento a otro me di cuenta que estábamos los dos solos ablando en el sofá. Me sentí un poco mal por no haber seguido con jimi pero supuse que el ya tendría otros planes al verle a él y a Wilson a la vez que otros cuantos chicos rodeando a una chica.


La chica era rubia, blanquita de tez, no muy alta pero muy guapa. Tenía una expresión seria pero sensual en la cara. Llevaba un vestido rojo corto y escotado que le quedaba que si ello para ella. Llevaba el pelo liso suelto encima de los hombros desnudos. Los labios a la vez que el vestido se tintaban de un rojo pasión que los hacía aun más gordos. En aquel momento pensé y desee estar tan guapa como aquella chica. Había visto muchas chicas guapas en mi vida, pero aquella tenía algo especial. No sonreía ni inspiraba mucha simpatía al verla pero todos los chicos la miraban con deseo. Se veía en sus miradas. La chica se encontraba sentada en un taburete alto y los chicos de pie rodeándola. Cruzaba los pies con mucha elegancia y desde luego me sentía fatal al mirarla. Yo nunca había tenido ese tic. Nunca había conseguido captar la atención de ningún chico con tanta facilidad.


-¿Quién es esa?-Le pregunte a Marlon aun sin quitarle la mirada de encima.


Note que despegaba sus ojos de mi para pegarlos en ella.


-¿Esa?¿la rubia que esta con tus hermanastros? Es Ana, ¡guapa eeh!


-Si.-Dije aun cautivada por la manera que se movía.


-Pues es tu vecina.-Dijo el riéndose.- Es buena tia, muy fiestera. Te lo aseguro si quiere pasártelo bien ve con ella. No ai persona en toda la ciudad que sepa tan bien todos los sitios de marcha ¡y que tenga tantos contactos!


-¿A si?


-Si. Por eso mismo es tan amiga de tus hermanastros. Son iguales, incluso estuvo saliendo con Wilson algo así como medio año.


Por primera vez en la conversación lo mire.


-¿Enserio?


-Si.-Rio el.


Los volví a mirar esta vez también a Wilson. La verdad es que no hacían mala pareja. Por primera vez, desde que lo vi por primera vez, vi a Wilson como un chico interesante con un atractivo. Desde luego no era nada feo, pero aun así no me pegaban del todo. Mire a los demás chicos. Jimi sonreía sin cesar y a mi parecer estaba contando algún chiste como siempre. Los demás chicos le reían la gracia y luego miraban a Ana embobaos. Menos Wilson que se mantenía serio, como si fuera algo más duro de pelar. Le vi asomarse un par de veces a Ana y me pregunte si aun seguirían sintiendo algo entre los dos. Me di cuenta que estaba mirándoles mucho rato hasta que al fin paso, los ojos de Ana se juntaron con los míos. No pude evitar ponerlos como platos aun sin poder quitar la mirada de sus ojos, como si me abría atado a ellos. De pronto de su boca salió una sonrisa picara que no entendí del todo de que iba. Al fin pude quitar la mirada de sus ojos y concentrarme en lo que me estaba diciendo Marlon.


No pude hacer otra cosa que recordar esos ojos toda la noche hasta que a media noche más o menos mientras algunos bailaban entre las luces oscuras que imitaban a una discoteca, me quede en un banco sentada, mientras Marlon iba a pedir algo que según él me iba a gustar.


Pronto una voz desconocida me empezó a hablar.


-¿No sales a bailar?-Pregunto.


Me gire alterada y totalmente asustada hacia un lado mientras miraba quien era. Mierda, pensé. Era Ana que se había situado justo alado mío una vez mas con una elegancia que después de que casi me caí de la silla no podría imitar en toda la noche. Me puse roja.


-No, es que bailo muy mal.-Me reí.


-¡Que dices! No será para tanto.


-Que si que es verdad. -Volví a sonreír tímidamente.


-¿Entonces tu eres la hermana de Wil y de Jimbo no?


-Si.


-¡La famosa hermanastra!


-¿Famosa?


-¿Es que no lo sabes ya? Jimi es muy pesado cuando quiere, no ha hecho nada más que hablar de su hermanastra española creo que hasta ya te ha buscado novio.- sonrió esta vez totalmente diferente a la primera vez.


-¡Pero qué me dices!-Dije riéndome esta vez mas escandalosamente.


-Bueno ya basta de hablar. Vente a bailar.


-¿A bailar? No, no ¡ya te he dicho que soy muy mala!


-Que no.-Dijo dando un pequeño salto con los tacones asta aterrizar en el suelo.-¡Vamos!


Esta vez me cogió de los brazos y me estiro con ella medio corrimos por la mitad de la pista asta llegar al centro. Me dio la sensación de que todos nos miraban. Ella se empezó a mover pero yo seguía quieta. Bailaba tan bien que aun quedaría más patosa al moverme alado suyo.


-¡Vamos Andrea muévete!


Intente imitarla y de un momento a otro me vi bailando como una loca con los pelos a lo loco. Si por mi abría sido, no lo abría echo en mi vida. No era tan atrevida. Pero la verdad es que me lo estaba pasando muy bien. No me importaba ni un poco que todos nos estuvieran mirando.


-Mira.-Me dijo señalando con un dedo a una esquina de la habitación.


Eran un par de chicos que nos miraban y hablaban entre ellos. No me lo creí hasta que los mire por segunda vez. Había conseguido Ana en un par de horas que llevaba con ella lo que yo no había conseguido en toda mi vida? La respuesta parecía clara. Pero no nos movimos de nuestro sitio. Mire a un lado y vi a Marlon con los demás que me miraba como si abría visto un fantasma. Estaba en proceso de ponerme como un tomate pero en ese momento Ana me cogió de la muñeca una vez mas y me arrastro suavemente con ella entre la multitud. Llegamos a la barra y ella pedio dos vasos de algo que no tenía ni idea de que era. Pronto nos los sirvieron.


-No yo no bebo…-Dije tímidamente al saber que raro se les hacía a esa gente que la gente no bebiese.


-¿Que no qué?- Dijo ella subiendo una ceja como solía hacer Wilson (esa expresión la estaba viendo ya demasiado repetida)-cojela-Dijo dándomela a la mano- ¡Por nosotras!


Al final le hice caso y le imite la mire sonriendo.


-Por nosotras. -Repetí.


Por mucho que insistió Ana no volví a beber más en toda la noche pero conocí a mucha gente y me lo pase en grande. Me resulto de lo mas extraña la experiencia pero no estuvo del todo mal. Me junte con Jimi y Wilson al final de la noche aunque ellos ya estaban muy pasados…



domingo, 17 de enero de 2010

capitulo 5


Cuando Sarah dejo la habitación me dirigí al gran vestuario. Tenía pocas cosas y la verdad no sabía si serian de todo adecuadas para lo que aria aquel día. Decidí ponerme algo sencillo unos pantalones vaqueros pitillos y un niqui al que tenía mucho aprecio ya que me lo habían regalado mis amigas en mis cumpleaños. Me conecte un segundo al MSN para ver si tenía algún mensaje. No tenia asique nada mas apagar el ordenador baje las escaleras hasta llegar al comedor. No había aun nadie supuse que me había adelantado. Decidí ir a la cocina por si estaba Sarah. Cuando llegue me quede quieta junto a la puerta y con los ojos como platos de la sorpresa que me lleve.


Justo delante de mí estaba un chico rubio, alto tan alto como jimi. Se encontraba con el pelo despeinado bebiendo leche desde el cartón en calzoncillos y sin niqui. Ni se giro para mirar quien había entrado siguió bebiendo como si nada. Cuando parecía que había terminado aun con el cartón en la mano y los labios mojados de leche me miro con mala cara subió una ceja con una facilidad impresionante y se seco la boca con la mano.


-¿Y tu quien eres?


Suspire. ¿No se enteraba de nada o qué?


-Andrea.-Dije y Salí de la cocina.


Al salir de la cocina, en el comedor vi que ya había gente. Jimi se estaba sentando a la vez que mi madre Uwe estaba llegando. Otra vez me detuve.


-Buenos días Andrea.-Dijo jimi metiéndose un cacho de pan en la boca.


Parecía increíble que en tan poco tiempo abrían aparecido todos y que incluso había cosas en la mesa. Quizás ya estaban antes de entrar en la cocina.


-Buenos días.-Dije yo levantando la mano aun algo aturdida.


Fue entonces cuando detrás de mí apareció el chico rubio de antes. Todos pasaron de mirarme a mirarlo a él. Pusieron los ojos como platos igual que había puesto yo aunque estaba segura de que ellos ya estarían acostumbrados.


-Wilson! Pero que haces! Que maneras son estas de andar por casa! ¿No basto lo que te dije a la madrugada? Corre a tu cuarto y vístete. Luego baja a desayudar.


-Increíble.-Dijo Jimi mientras se reía y comía.


Wilson paso alado mío mirándome de arriba abajo. La verdad es que me dio algo de miedo. Tenía la mirada encubada como enfadada o de simple indiferencia.


-siéntate.-Me dijo jimi.


Le hice caso y me senté, sin esperar al que faltaba cuando llego la pequeña todos empezamos a comer.


-Espero que no te quedes con la primera impresión de mi hijo.-Dijo Uwe preocupado.


-Es buen chico.-Dijo mi madre- te caerá muy bien aunque es algo rebelde.


-No les agás caso.-Dijo una voz detrás de mi- exageran.


Era el, se sentó justo delante de mi esta vez con ropa. Me miro fijamente otra vez como si me estuviera analizando asta que alguien interrumpió el silencio.


-Ayer llegaste tarde-Dijo Jimi- no sabes el ambientazo que dejaste por toda la casa.


-Supongo.


El resto del desayuno fue silencioso nadie decía nada y para las 10 todos empezaron a irse. Uwe tenía que irse a su despacho. Los chicos también desaparecieron supuse que Wilson había regresado a la cama y jimi se abría ido a ensayar para su banda. Mi madre me dijo como quería llevarme de compras ya que por lo que había visto no había llevado mucho equipaje. Cheyene nos ayudo y fuimos a un centro comercial. Entramos a una tienda donde vendían solo ropa de seda, a una joyería (cosa que insistió mi madre a mi me daba un poco igual ella fue la que insistió), a una zapatería donde me compro un montón de tacones ya que decía que una muchacha tan fina como yo tenía de tener zapatos bonitos ya que decía mucho de la persona. Al fin y al cabo la mayoría de ropa la enlejió mi padre aunque también me dejo elegir a mí. Compramos un vestido para aquella misma noche.


Me lo pase bien con las dos. Nunca me lo había pasado así con mi madre ahora estaba feliz, suelta y en su salsa. Sin contar con toda la ropa que me compro que la pusimos para que nos la enviaran a casa. Comimos fuera en un restaurante bastante sencillo pero con encanto, comimos algo y nos marchamos. Pasamos la tarde dando vueltas por la ciudad. Fue una gran tarde.


Para las 8 llegamos a casa. Uwe terminaba ya con su trabajo y Jimi se encontraba tirado en el salón delante de la gran pantalla de televisión.


-¿Ya llegas? Pensaba que no ibais a llegar nunca! La fiesta es a las 9 y teniendo en cuenta lo mucho que tardáis las mujeres mejor que empieces ya.-dijo mientras se levantaba apagaba la tele y empezaba a subir las escaleras.-Cuando termines pásate por mi habitación ahí estaré. Ah! Por cierto Sarah estará dispuesta a ayudarte ya le he dicho que igual necesitas ayuda.


-Gracias.-Le dije mientras miraba como subía las escaleras.


Mi madre ya se había ido a donde Uwe y yo me dirigí a mi habitación con ya algo de nervios. Cundo llegue vi a Sarah poner todo lo que había comprado en el ropero.


-¿Ya sabe lo que se va a poner?-pregunto Sarah mientras plegaba unos niquis.


-Si el vestido negro.


-bien ya tiene el baño listo si necesita algo estaré aquí preparando sus cosas.


-Vale gracias.


Cuando entre al baño estaba todo con un vaho increíble. Era como si estuviera en el cielo entre todo nubes que flotaban a mí alrededor. Me quite la ropa y me metí al baño. El agua olía a rosas rojas y se veían en el extremo de la bañera montones de sales naturales y minerales para echarle al agua. Pensé que parecía una reina. Y medite, ¿Cómo alguien que tenia todo aquello podría hartarse? Entendí que todo aquello no daba la felicidad ya que yo aun teniéndolo no era feliz, pero la verdad era que me ayudaba a distraerme. Cuando Salí de la bañera me dirigí al cuarto envuelta en una toalla. Me puse lencería fina, que había comprado a la mañana y unas medias para poder soportar mejor el frio que aria en la calle. La verdad es que cuando me vi con ello me sonroje. Nunca había tenido nada tan bonito, era delicado y me daba asta vergüenza verme con él. Sara me ayudo a vestirme del todo y a prepararme. Ella me puso el pelo en ondulados leves no muy marcados de forma que con el color de mi pelo quedaba ideal. Me maquillo y en un momento le encontré pintas de una verdadera estilista. Entendi que quizás ayudaba normalmente a mi madre o la aconsejaba. Para terminar me puse unos tacones también negros bastante altos, cogí un abrigo negro en la mano para cuando saliéramos y me dirigí a la habitación de jimi. Sarah me dijo cual era sino nunca lo abría adivinado.


Toque la puerta y entre. Jimi se estaba poniendo la chaqueta. La verdad es que tenia gusto iba muy bien conjuntado de una manera elegante juvenil y con personalidad. Me miro de arriba abajo.


-Estas muy guapa.- Sonrió y siguió mirando al espejo.


Cuando por fin había terminado me puso el brazo para que lo agarrara y asi lo hice. Salimos de su habitación ablando y riendo. Tenía un humor poco peculiar. Por el camino nos detuvimos delante de una puerta la golpeo fuerte.


-Wilson! Ya estamos listos.


Entonces salió el, esta vez con la cara más despejada y con menos cara de dormido. Iba bien vestido aunque nada parecido a jimi. Llevaba la chaqueta en la mano arrugada y los pelos despeinados.


-¿De verdad pretendes ir así hermanito?-le pregunto jimi bromeando.


-Como sino.-Dijo echándose adelante y empezando a andar delante nuestro.


Jimi y yo nos miramos y nos reímos. Fuimos en un coche de un chico que nos vino a recoger. Se suponía que era un miembro de la banda de Wilson. Era un poco más alto que yo, de melena rubia no tan rubia como la de Wilson y ojos azules. Cualquiera abría dicho que tenia por lo menos un año menos que Wilson pero no, tenían la misma edad. Tenía cara aniñada y parecía del todo simpático aunque algo tímido. Edward parecía sacado de la banda de los niños cantores de Viena en vez de de un grupo como el de ellos.


Nada más llegar ya tenía l móvil en la mano. Recordaba perfectamente el trato que había hecho con Marlon, no lo pensaba olvidar. Por eso nada más llegar a la puerta levante la mano y saque una foto a la entrada. Luego la mande.


No transcurrió ni cinco minutos antes de que Marlon me respondiera con otro mensaje…


capitulo 4

A la primera de cambio me vi sola en el salón con Jimi y la niña. Los dos me miraban como si fuera un mono de feria. Pronto la pequeña se levanto del sofá y se fue saltando y cantando alguna canción que yo, por supuesto, no conocía.

-Entonces tu eres la famosa hija de Marta.-Dijo aun sonriendo mientras me miraba.

Lo mire fijamente. ¿Famosa? ¿Estaba bromeando? Si lo estaba diciendo por cumplir no le estaba saliendo nada bien…

-¿Famosa…?-me reí.

-La verdad que no te imaginaba así.

-¿A no?-lo mire furtivamente.-¿Y cómo me habías imaginado?

-pues mas bajita, mas morena y con el pelo negro.

-¿Es que mi madre tiene el pelo negro?

Se detuvo un momento como si se abría parado a pensarlo en esos momentos.

-No la verdad es que no pero como me dijeron que te parecían a tu…

Supe enseguida a lo que se refería.

-padre.

-No quería meter la pata pero creo que ya lo e echo.

-Tranquilo, no pasa nada.

-soy un bocazas ya iras aprendiendo.-Se rio. – y bueno ¿qué te parece la casa? Ya sé que no es de las mejores pero que se le va a hacer.

Me quede mirándole con cara de ingenua. ¿Me estaba tomando el pelo? ¿O de verdad pensaba eso? Me recordó tanto a aquella vez que leí que Paris Hilton hasta que a los nueve años fue a casa de una amiga pensaba que todo el mundo vivía en mansiones. Dios mío.

-¿me tomas el pelo? ¡Esta genial!

-Me alegro de que te guste al fin y al cabo es aquí donde vas a tener que vivir… una larga temporada.

Perdí la mirada n alguna parte. La verdad era que sí que me importaban esos comentarios. No es que no me gustaran es que me recordaba a otras cosas…

-Mañana abra una fiesta en casa de un amigo mío así para empezar bien las vacaciones, ¿te gustaría venir? Así conoces gente de aquí. Wilson y yo muchas veces estamos en el estudio o rodando y no vamos a poder estar contigo está bien que agás amistades. Conozco a muchas chicas con las que vas a poder hacer buenas migas.-Dijo sonriendo pícaramente.

-Está bien- aunque no tenía muchas ganas- ¿qué dices que soléis estar rodando?

-Si como sabrás- dijo aunque yo no tenía mucha idea- mi padre es actor y bueno también hace otros trabajillos en el mundo del cine desde que wil y yo somos pequeños nos a metido y bueno solemos hacer pelis y así no gran cosa- dijo con un tono entre modesto y fanfarrón- la verdad es que lo que más nos gusta es la música cada uno tenemos su banda y nos apañamos bien.

-A no sabía…

-¡Entonces tienes que aprender muchas cosas!-dijo animadamente.

Estuvimos como una hora ablando. Me conto como le encantaba ir de fiesta y que esas vacaciones no se iba a perder ni una aparte de la que se estaba perdiendo esa misma noche en una discoteca muy famosa de por ahí.

-¿Fumas?-me pregunto intrigado.

-¡No! Fumar mata.

El se empezó a reír como si abría dicho algo gracioso.

-¿Tu si?

-Si solo cuando hago fiesta… y hago fiesta siempre que puedo.

-¿Entonces me supongo que beberás?

-supones bien. ¿Tu?

-¿Yo beber? No.

Me miro aun peor como si abría dicho que había matado a alguien.

-¿nunca?

-No.-Le volví a repetir.-Mis amigas de Madrid algunas si bebían en año nuevo y así pero yo solo bebí dos veces o así.

-¿Y no te gusta?-Aun sin salir de su asombro.

-Pues haber no está mal pero me lo pasó bien sin beber también. ¿Es que nunca has conocido a nadie que no beba?

-¿En mi entorno? No.

-¿enserio?

-Sí, de verdad.

Me parecía raro. Entre mis amigas siempre había unas que bebían y otras que no. A nadie le parecía raro beber o no beber era la elección propia de cada. Pero una vez más me olvide, de que todo eso cambia en la elite y por lo que me había dicho Jimi esto parecía que todo el mundo tenía como lema fumar y beber hasta reventar.

Después de un rato la criada nos vino para que fuéramos a cenar. En la cena todo fue muy ameno. Me sentí cómoda y no necesite ni un segundo para pensar. Cosa que me vino muy bien en aquella situación. Después de cenar hablamos todos un poco y cada uno fue a su respectiva habitación. Cuando entre, por primera vez me sentí sola. Aquello estaba muy silencioso y muy vacio. Me arrepentí de no haber llevado ya imprimadas las fotos de mis amigas, de mi familia… Me tumbe en la cama boca arriba sin quitar las sabanas ni nada. No tenia sueño, lo que sí que tenia era muchas ganas de darle vueltas a lo mismo. Me levante sentándome en la cama y mire al escritorio. Se veía como un portátil finito. Supe enseguida que me iba a servir.

Me conecte al MSN y nada más aparecer fue todo una oleada de ventanas que se abrían. La de mis queridas amigas de Madrid J la de Raúl el chico que me gustaba y con el que casi podría haber llegado a algo. Mis primas segundas con las que mantenía mucha contacto a pesar de que fueran de Málaga. Todo eran caras conocidas me salió una sonrisa impresionante durante el y tiempo que estuve ahí. De repente alguien me hablo en alemán. Me sorprendió el cambo de idioma tan brusco.

-Hola.

-Hola.

Le conteste dándome cuenta entonces de quien era. El chico del vuelo.

-Que tal as llebadooo??? J

-bien J tu?

-Yo bien sin ningún problema ;)

-Jajajaja me alegroo

Estuvimos un rato ablando de cómo ya había conocido a casi toda mi familia y que me habían caído bien. De algunas otras cosas como que el tenia al dia siguiente una fiesta. Me pregunte si sería la misma que Jimi me había dicho.

-A si? A mi me an dicho que también iremos a una.

-Te an dicho donde es?

-No, solo que es en una casa.

-Si? Pues puede que sea la misma. Te imaginas? Jejejeje

-sii estaría bien :9 asi ya conocería a alguien mas.

-Sabes lo que aras? Cuando lleges le sacas una foto a la entrada de la casa y me la emvia yo are lo mismo y si coinciden nos buscamos.

-Que idea mas buena! Me parece bien!

-Bueno me tengo que ir…. Un placer volver a hablar contigo.

-Lo mismo digo J

Cuando se fue me despedí de todos y también me metí a la cama ya eran las 12:00 y no sabía hasta que hora podrá dormir. Cuando me metí a la cama me sentí rara. ¿Esa sensación como cuando vas a casa de una amiga y al entrar el contacto desconocido de las sabanas? Pues eso mismo. Al principio me sentí incomoda pero al final me relaje y me medio dormí. A las cinco de la madrugada empece a escuchar ruidos raros por el pasillo. Me asuste un poco ¿quién seria a esas horas? Parecía que alguien daba tumbos de un lado a otro. Al fin cesaron y pude dormir tranquila. A la mañana siguiente la criada que se llamaba Sarah me vino a despertar. Primero toco la puerta aunque yo casi ni la percibí. Luego se acerco a mí y me dijo en alemán.

-señorita Andrea despierta.

Luego fue a la ventana y subió la persiana que parecía que pesaba mucho. Le incorpore y me restregó los ojos. Había dormido bastante bien a como pensaba que iba a hacer. Sarah empezó de inmediato a recoger cosas que el día siguiente había dejado por todos los lados. También termino de poner las cosas de mi maleta en el armario yo la miraba atónita parecía que no paraba ni un segundo. Cuando se dio cuanta me miro y se detuvo.

-Ohh perdone ¿prefiere que lo agá en otro momento?

-Ohh no no! No me molestas!

-a vale vale si quiere algo me lo puede pedir.

-Me puedes tutear? No me siento nada cómoda si me llamas de usted.-Dije riéndome.

Ella me miro asombrada.

-Como quieras pero delante de tus padres te tengo que tratar de usted.

-¿porque?

-Pro tocólogo señorita.

Me sentí un poco tonta por haberle hecho esa pregunta había conicido a mas criadas en casa de alguna amiga y todas tenían que hacer lo mismo.

-Hoy a la madrugada escuche unos ruidos. ¿Que eran, a pasado algo?

Ella me miro y sonrió.

-Acostúmbrate, ayer llego el hijo mayor de sus padres Wilson. Parece ser que llego bastante bebido Uwe le echo la bronca despertó a toda la casa.

-Tutéame sarah-Reí- entonces el chico este ¿acostumbra hacer eso?

-Si señorita. Los dos señoritos son de muchas fiestas. Muchas veces llegan el día siguiente con una mandanga bien grande o con alguna chica y oliendo a todo lo que se puede oler.

-¿Y mi madre y uwe no les dicen nada?

-Normalmente no de vez en cuando si que les dicen como ayer porque estabas tú… pero esta gente lo ve como lo más normal. Hay veces que asta entre semana hacen fiesta.

Me quede con una cara de asombro. Mi padre siempre me decía como mucho las 2 en casa, y yo para la 1 ya solía estar me bastaba. ¿Y salir entre semana? Nunca lo había echo.

-Acostúmbrate-Esta vez si me hablo tuteando- ya se que tu no eres de este mundo pero esta claro que te vas a tener que acostumbrar. Todo es muy diferente. Yo también cuando llegue aquí me quede muy sorprendida pero al final te acostumbras.- Dijo esta vez andando hacia la puerta.- El desayuno se sirve a las 9 tienes una hora para prepararte.