lunes, 13 de septiembre de 2010

Capitulo 18




Bueno bueno... no he dado ni tiempo ha nada! seguido! no os voy a hacer sufrir ya que se que sensacion es esa y bueno.... aqui va otraa

COMENTAR! a ver que os pareceee y que os a parecido en general... ;)






Me sono ridoculo, absurdo. Un monton de preguntas se abalanzaron contra mi y no supe las respuestas.
Por que ahora que había encontrado un motivo por el que estar en este país? Por que ahora que empezaba a ser feliz? Por que no antes cuando ella me veía infeliz y deprimida? Por que era tan grabe, seria un estorbo…
-Que?
-Te vuelves a España, Andrea, ya he hablado con el habogado de tu tia, te iras a vivir con ella. Ella ya firmo todo. Ahora lo he firmado yo y ya esta todo resuelto. El vuelo…
-Que? Por que? Por que ahora?
Ella suspiro como si la cansase, como si fuera una corta de mente que no entendía sus palabras.
-Como decía el vuelo saldrá hoy al mediodía. Recoge tus cosas.
Dicho esto empezó a andar hacia la puerta.
-Mama!-Grite mientras me salian las lagrimas a borbotones.- Respondeme! Por que? Por que ahora?
Ella se detuvo junto a la puerta y se dio la vuelta. Me miro y se hizo un largo silencio que me hizo temblar.
-No te vasta con lo que as hecho? Es algo deprabau…
-Pero que dices mama?-Dije con voz alterada.- Wilson y yo no somos hermanos!
Ella paso de mi y salió por la puerta recta, sin saber a donde iba. Quise seguirla y detenerla. Hacerla entrar en razón. Pero sabia que no iba a servir de nada.
Me quede quieta viendo como se alejaba. Pero en ese momento solo me vino un cosa a la cabeza. Wilson.
Sali corriendo y la pille subiendo las escaleras con espresion seria.
-Y Wilson?-Grite de forma que se detuvo. Me miro.
-El vuelo saldrá este mediodía, un coche pasara a recogerte a las 2.
No me respondió y se fue. Como si nada. Sali corriendo escaleras arriba, con un solo rumbo: la habitación de Wilson.
Cuando llege me encontré con una habitación clara, ordenada, y con la cama hecha. Corri a mirar los armarios, pero la ropa estaba hay.
Cogi el teléfono que tenia en el bolsillo del pantalón y marque su numero. Lo tenia apagado.
Me sente en la cama y empece a llorar. Sin consuelo. Ya eran las 12 y me quedaban solo dos horas para preparar todo.
Para despedirme de todo aquello que pareció en un momento ser real, y para siempre.
Me tendría que despedir de Anna, de Paula, de Marlon y de tanta gente que me importaba. De tanta gente a la que había aprendido a querer.
Y lo que iba a ser mas difícil. No volveria a ver a Wilson gonzalez nunca mas.
La claridad de la habitación no me hizo sentir mejor. Dentro de mi estaba todo podrido, sucio, oscuro.
Me sentía fatal.
Todo me volvió a aflorar.
La muerte de mi padre, el largo tiempo que pase sin ver a mi tia, ni a mis amigas de España. La primera vez que vi a Wilson, el daño que le abria creado al hacer que se enfrentada a su propia familia.
Todo en uno.
Me hizo el mismo efecto que cuando el alcohol toca la llaga. Pase no se cuanto tiempo en aquella habitación, encongida, llorando. Esperando que el apareciera en un momento u otro. Lo llame mil veces. Le deje mil mensajes de voz vacios.
No llevaba la cuenta del tiempo que estaba ahí cuando la puerta se abrió. Mi cara se ilumino por un instante pero vi como la chica del servicio salía de detrás y me decía que las maletas ya estaban listas, el coche tambien y que tenia que marcharme ya antes de que se me hiciera tarde.
¿Antes de que se me hiciera tarde para que? Si en España casi no me esperaba nadie, nadie mas que mi tia. Mi tia. Y algunas amigas mas, inclusida Su.
Pero ya no seria lo mismo. No tendría aquella maravillosa vida que había tenido antes de la muerte de mi padre. Ahí me recordaría todo a el. La casa, los armarios, las calles, la tempertura incluso.
Mi tia…
Todo.
Y no tendría a Wilson.
El viaje asta el areopuerto lo pase pendiente del teléfono. Sabia que nadie iria a despedirse. No vi siquiera a Jimi antes de marchar. Antes de enbarcar, estuve haciendo tiempo. Con la esperanza de ver a Wilson una vez mas y que me dijera con aquella confianza que tenia el que no pasaba nada que de verdad nos volveríamos a ver. Y volveríamos a tener mil noches como la anterior. Sin que nadie nos frenase, sin que nadie…
Nadie vino a buscarme, nadie. Asi pues, monte en el avión. Mi asiento esta vez estaba alado de la ventanilla. Luego se me puso un hombre con corbata alado. Que no hizo mas que escribir en su portátil todo el viaje. Sin mirarme, ni un solo instante.
En el traiecto recordé aquella noche, aquella noche que ya veía lejos. La recordé una y otra vez. Los labios de Wilson, la sensación de felicidad, de placidez.
Una y otra ve asta que casi se me hizo como un recuerdo simple y sin forma.
Cuando llege al aeropuerto de Madrid seguía inmensa en mi bruma. En mis recuerdos y en la depresión que se me había ido formando desde aquella mañana. Cuando Sali, vi una cara conocida. Que se me hizo menos dulce y mas amena de lo que se me hacia antes. La de mi tia.
Ella corrió a donde estaba yo y yo segui quieta en estado de shock. Me abrazo y me beso mil y una veces. Me empezó a hablar lo mucho que me había hechado de menos. Y lo mucho que me quería, lo mucho que la había hechado en falta y las novedades qu habían pasado en el país.
Al final deje de escuchar y entre en mis adentros.
La primera semana paso lenta y dolorosa. Salia a andar sola, sin llamar a nadie a un parque que estaba cerba de mi casa. Me ponía a las noches a mirar las estrellas. Y a las mañanas vagabundeaba por las calles o por el instituto que había vuelto a empezar.
Esperaba verle de un momento a otro. En cualquier esquina, en cualquier bar o coche. Todos empezaron a preocuparse por mi aunque poco a poco fuy mejorando.
Mis esperanzas de volver a verle desaparecieron cuando paso el mes. No me llamaba, ni me escribia, ni contactaba conmigo.
Fuy mejorando, gracias a su y a algunas. Tenia poco contacto con Anna y Paula, por cosas de la vida. Y mi vida volvió a ser lo que era. Buenas notas, una vida sin alcohol y cigarros, ni chicos…
Sin Wilson.
Empece a entender, que lo que había pasado, en realidad, Habia sido un sueño. Un sueño inexplicable en el que un chico fantásticamente fantstico se fijaba en mi. En el que tenia amigas impresionantes y unas vidas aun mas.
Empece a entender, que lo que había pasado, había sido un sueño. Idilico, dulce, maravilloso con unas pizquitas de amargo.
Empece a entender. Que lo que teníamos Wilson y yo, no era mas que un amor imposible. Que, sin querer, juntamos dos mundos muy distintos.
El suyo y el mio.













2 comentarios:

afm dijo...

me he leido tu historia de un tiron! y esq me ha encantado... vi la direccion por tuenti, la guarde y me prometi qe en cuanto tuviera un pco de tiempo la leeria entera... y no me arrepiento pra nada!
tienes talento chica! sigue asi, animo y un besazoooo

Anónimo dijo...

TOM WELLING :D MI MENTOR SMALLVILLE 4EVER !!!